Esta semana es rica en grandes acontecimientos. Mañana los funcionarios están llamados a la Huelga General y, el resto de ciudadanos están perplejos y paralizados ante el decretazo institucional para zanjar por la vía rápida de un plumazo años de conquistas sociales con la inminente “Reforma Laboral”.
Mientras los mercados piden inmediatos ajustes salvajes y dolorosos para los ciudadanos; el G-20 no se pone de acuerdo, Europa camina por separado y los Bancos y Cajas hacen que se reforman a base de fusiones frías y subidas de las comisones a sus clientes, pregunten a su entidad bancaria lo que cuesta usar el dinero de plástico que ellos mismos promocionaron en su momento para reducir sus costos de personal y reducir los horario.Todo con el altruista gesto de querer facilitarle la vida y poder disponer de dinero fácil para gastar a cambio de unos jugosos intereses y comisiones por su uso y disfrute.
La reforma del sistema financiero y el capitalismo salvaje neoliberal lleva otro ritmo muy distinto. Los Gobiernos no temen una huelga general porque en realidad las consecuencias y los costos los acaban pagando los mismos de siempre. La huelga se descuenta de la nomina y los derivados de la misma se vuelven en contra de los trabajadores como un boomerang envenenado.
El Parlamento debatirá mañana la supresión de las Sicav.En España, una SICAV es un instrumento financiero que permite la elusión de impuestos (evasión de impuestos legal) a las grandes fortunas a través de la creación de una Sociedad Anónima cuyo objeto social es invertir en activos financieros, rompiendo con la progresividad (que pague más quien más tiene o gana) establecida en la constitución. Gozan de importantes ventajas fiscales, de forma que las SICAV tributan al 1% en el impuesto sobre sociedades. Actualmente este instrumento de inversión es uno de los más utilizados por personas con grandes capitales.
Los diputados de IU, Gaspar Llamazares, y de ICV, Joan Herrera, llevarán mañana al pleno del Congreso una moción en la que reclaman una reforma fiscal «en profundidad» que suponga unos ingresos adicionales de «como mínimo» 10.000 millones, el 1% del PIB, centrada en las rentas más altas y los «movimientos especulativos» de capital, «discriminando a las sociedades meramente instrumentales de las productivas», y suprimir las Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav)
El texto de la iniciativa reclama además que se recupere el Impuesto de Patrimonio y pide al Ejecutivo que abra con las fuerzas políticas y sociales una «negociación sin límites ni prejuicios» para un «acuerdo equilibrado» de salida a la crisis, con un reparto «equitativo» de las cargas y beneficios y una «mayor contribución de las rentas altas.También reclama promover una reforma del sistema financiero que regule el sector y facilite el acceso al crédito. Eso sí, manteniendo la dimensión social y territorial de las cajas, evitando su «bancarización».
Fuentes. El Periódico, Wikipedia
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