El plan del “equipo A” (H1N1) camina a buena marcha para completar la misión. Entre fiestas y puentes aparcamos la crisis economía y desviamos nuestra atención hacia la Gripe A (H1N1).
La “alarma-prevención” ha hecho efecto y todo el mundo no habla de otra cosa que no sea un virus; pandémico, mexicano o porcino.
Se han agotado las mascarillas (homologadas), la industria farmacéutica esta vaciando reservas de medicamentos, a los que les quedaban poco margen comercial al estar cercana su fecha de caducidad, y la industria farmacéutica se apresura a reponer el stock de lo servido, además de trabajar en la fabricación de una nueva vacuna, elevando la cotización en bolsa de las empresas del sector.
Debemos añadir un lugar seguro donde invertir para los tiburones del mercado bursátil. Mientras empresas de otros sectores siguen sufriendo importantes caídas, los gigantes farmacéuticos multiplican ventas en plena crisis, Roche y GlaxoSmithKline han ganado 8.852 millones de euros en bolsa desde que el pasado día 23 de abril fecha del anuncio de la existencia del virus de la gripe H1N1.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la Unión Europea anuncia que “la gripe A” podría afectar a entre el 40% y el 50% de la población. Estamos de acuerdo que es conveniente difundir toda la información necesaria pero se me antoja que lanzar cifras de afectados sin dar más información nos es prudente ni responsable.
No es muy racional pedir calma al personal y anticipar que la mitad de los vecinos de nuestra comunidad de vecinos se verán afectados por un virus que está matando a personas.
Algo no acaba de encajar en el puzle. Esta gripe no es un virus asesino en potencia, todos los elementos demuestran que se comporta como una gripe común, siguiendo un tratamiento y respetando unas medidas concretas el afectado se recupera sin mayores problemas. No se informa cual es el sector de la sociedad que está aportando la triste lista de fallecidos. Es posible que esas personas tengan dificultas para acceder al sistema sanitario. La falta de información más detallada nos puede lleva a especular con un sin fin de hipotéticas teorías.
Si la enfermedad no es mortal tratada adecuadamente; ¿qué ha fallado para provocar una alarma de tal magnitud?
Seamos serios señores, la información objetiva y veraz.
Informar si. Alarmar no.
La gripe estacionaria nos visita todos los años, previa mutación cíclica, provocando muertes inevitables entre las capas de población más sensibles a sucumbir al virus.
Cada año mueren en Europa más de 4000 personas por la gripe común, de esa cifra 80 personas pertenecen a ciudadanos de españoles.
Cada día tres trabajadores pierden la vida en España en un accidente de trabajo, 23 sufren lesiones graves y 2.499 leves. En 2008, fallecieron en España 831 trabajadores en accidente laboral y se registraron 18.700 casos de enfermedades profesionales,
En el año 2008 las víctimas mortales en las carreteras españolas fueron más de 2000 personas.
El humo ambiental de tabaco está asociado a efectos sobre la salud como el cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares, trastornos respiratorios y otras patologías provoca más de 1200 muertes anuales, si se incluyeran también la exposición al humo ambiental de tabaco en tiempo de ocio, la mortalidad podría aumentar hasta un mínimo de 2.870 defunciones anuales. En Europa el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes.
Es probable que haya que lamentar fallecidos a causa de la enfermedad, lo mismo que todos los años con la gripe común, y no por esos se da una relevancia excepcional. De momento lo que cuenta es la positiva y esperanzadora realidad y esa nos da un dato aplastante; cientos de sospechosos, decenas de casos confirmados y muertes de ciudadanos Europeos a fecha de hoy; cero.
El deber de las autoridades y expertos es informar y mantener a la población prevenida, tomando las medidas convenientes ante un posible contagio, pero de ahí a ir anunciando que esto es el fin del mundo es pasarse tres continentes.
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