7 feb 2011

Abrazos y cariño en un comedor social de Horta (Barcelona)



El Caliu atiende a diario a más de 400 usuarios.

Café con leche o colacao, galletas y un trocito de pasta, acompañado de un poco de mantequilla y mermelada, además de un caldo caliente en invierno. Este es el almuerzo que ofrece los 365 días del año El Caliu, el comedor social que motivó a los comerciantes de Horta a despojarse de la ropa para el calendario solidario.
Más de 400 personas están inscritas en este comedor, en el que cada día, entre las ocho y las diez y media de la mañana, pasan unas 120. «Tenemos gente que está sola, parados, familias e inmigrantes que se encuentran en la pobreza máxima: la alimentaria» , explica Sònia Núñez, responsable de la organización junto a Xavier Solà. La mayoría son extranjeros. «Somos una ONU en pequeño, hay más de 45 nacionalidades» , compara Sònia.

Las dificultades económicas, junto con las sociales y familiares, obligan a algunos ciudadanos a acudir a estos centros. «Mis suegros nos echaron de casa y mi marido y yo nos vimos durmiendo en un cajero» , cuenta Merche, usuaria fija del centro dese su apertura, en octubre del año pasado. En situación parecida se encuentra Maite: «Vivo con mi pareja en albergue del Císter, y hasta hace 15 días, en un cajero» .
«Los voluntarios valen su peso en oro» , dice Solà y Núñez. Los que trabajan se encargan a primera hora de llevar el pan o de cortar embutidos para los bocadillos que se reparten a la salida. Otros, como jubilados, algunos jóvenes o los mismos usuarios, reparten los desayunos. Teresa Montero colabora una vez por semana. «Es maravilloso.

Además, me olvido de todas las preocupaciones» , explica. Por si quedara alguna duda, alude a la remuneración: «No es algo pagado con dinero, sino con la cara que ves a los usuarios» .

La comida solo es el vehículo para acercarse a las personas. «Intentamos que cada una se sienta importante y única. Hay otro tipo de alimento, y este es el afecto» , explica Sònia. Este objetivo está más que superado. «Es como una gran familia: te reconforta y te sube el ánimo» , recalca Merche. «Mientras que la gente que necesitas te da la espalda, ellos, que apenas conoces, te dan un abrazo y cariño» , añade Maite. Para crear un ambiente acogedor, los voluntarios han recreado un hogar: paredes con tonos cálidos, cortinas y una zona dónde poder descansar y resguardarse de las inclemencias del tiempo hasta el mediodía.

Teniendo en cuenta que el 70% de los usuarios tiene alguna patología, Christian, responsable de atención sanitaria, atiende en el mismo local: «Elaboro un pequeño historial clínico de cada uno, a veces doy ibuprofenos y aspirinas y los derivo a los centros de atención sanitarios o, en caso de urgencia, llamo al 112» . Si bien algunos problemas les provienen de hace años, Christian incide en que «los psicológicos y de ansiedad suelen darse por la situación en la que viven» .

El barrio de Horta, como ya mostró con el calendario, se ha sensibilizado ante la crítica situación de algunos vecinos. «El barrio trabaja para el barrio» , asegura Sònia. Mientras que la tintorería se encarga de lavar trapos y manteles, el horno de pan aporta 30 barras diarias. Una empresa les suministra cada 15 días el embutido necesario y el mercado de Horta les provee de frutas y huevos. Pero todavía se enfrentan a la escasez: «Lo que más necesitamos es leche, zumos, bollería, nescafé, galletas y productos de limpieza» , enumeran.

El Periódico de Catalunya

6 comentarios:

  1. Lo conozco...aunque pertenezo a las de Teresas de Calcuta, en el raval ¡¡¡

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  2. He entrado en tu blog y con tu peprmiso me quedo para seguirte. El tema es doloroso siempre que leo algo sobre el tema el corazòn se me encoge. Esperemos que el problema se solucione- Un abrazo.

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  3. Hola Teresa.
    ¡Bienvenida! Gracias por venir de visita y quedarte en mi humilde blog.
    Un saludo.

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  4. Hola Miquel.
    Lo sé. Es de agradecer el trabajo de cientos, miles ciudadanos anónimos, que ayudan, muchas veces dónde la administración omite o no llega, cada uno en lo que puede, a las personas que lo necesitan.
    Un abrazo

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  5. Muchas veces nos corta donar un dinero a gente lejana y organizaciones que no tienes claro qué hacen con el dinero, por eso esto es lo que más cercano ves y con más agrado.
    Un abrazo

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  6. ¿Dónde está este comedor por favor? Gracias.

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