2 feb 2011

La cárcel; residencia de ancianos sin recursos.



¿Qué sucede cuando un/a anciano/a vive los últimos años su vida sin familia ni fuerzas para ganarse el sustento diario?
Esa situación no parece preocupar ni lo más mínimo a los que aplauden las drásticas reformas y recortes sociales que están imponiendo los poderosos “mercados”.
Tenemos Seguridad Social y los avances de la medicina, ambos ayudan a mantenernos vivos más años como ancianos. Vivir más años; es posible. Pero, los años no conceden por decreto ley para la vejez un seguro de salud física y mental.



Japón es uno de los países más longevos del planeta y donde, para algunos, a los 60 años -la edad mínima requerida para la jubilación- la vida profesional no ha hecho más que empezar.
En los tiempos actuales, los más jóvenes abandonan el hogar familiar antes y a menudo se trasladan a otra ciudad en busca de un trabajo. Los abuelos que en la etapa final de su vida estarían bajo el cuidado de sus familiares más próximos se encuentran en la soledad acompañada de la falta de recursos económicos.

La pequeña delincuencia protagonizada por la tercera edad es un fenómeno en alza en Japón. Las estadísticas muestran que uno de cada cuatro japoneses detenidos por robar en el 2010 era mayor de 65 años. En 1986, cuando se empezó a confecciona este tipo de estadísticas, sólo uno de cada veinte japoneses detenido por hurto era mayor de 65.
Para huir la soledad y del abandono de sus familiares, muchos ancianos han llegado a la conclusión de que el mejor sitio donde pueden estar es en la cárcel, los ancianos provocan su ingreso en prisión. Realizan hurtos y pequeños delitos para ir a la cárcel, allí tienen un techo, comida caliente y compañía, prefieren estar presas que en libertad.

Ante el aumento de la población carcelaria de la tercera edad, las autoridades japonesas han decidido adecuar las instalaciones. Así, por ejemplo, una planta entera de la prisión de Onomichi, cerca de Hiroshima, ha sido adaptada a las necesidades de estos reclusos. En la cárcel, no sólo encuentran cuidados y nuevas amistades, también tienen que cumplir obligaciones. En la prisión de Onomichi, por ejemplo, tienen que trabajar seis horas diarias, dos menos que los reclusos ordinarios. Un ambiente que prefieren a la indiferencia con que les trata la sociedad exterior.



El tercer país más rico del mundo no tiene mecanismos de justicia social para ocuparse de las personas mayores, hasta el extremo de que estas consideran la cárcel la mejor residencia posible para sus últimos años de vida.
¿Qué podemos esperar...?

6 comentarios:

  1. Aquí les hemos hurtado hasta las obras donde solazarse con su visión, en el Alcampo de Vallecas retiraron un banco corrido que había en el interior para que no fueran a pasarse el tiempo de invierno calentitos a resguardarse dentro, como no compraban, no les querían dentro, eso y más es lo que les (nos) esperan

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  2. ¡Que triste es hacerse mayor! Yo voy todas las tardes a una residencia de ancianos y el uno te pregunta la hora, el otro que día hace, alguno que le leas el menú que tendrán por la noche y en la comida del día siguiente... lo que en realidad quieren es un par de minutos de conversación.
    Blogspot no me deja publicar con mi identidad, soy unjubilado.info.

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  3. Hola!
    Miquel, una "buena" noticia más de las que abundan en la prensa.

    José Antonio, en mi barrio a crecido en número de personas en la indigencia (supongo que como en cualquier lugar de España) lo más lamentable es que todas estas personas son ciudadanos que han perdido el empleo y las deudas no se las perdonan los mismos que han provocado la crisis. Estos que no les tiembla la mano para apretarnos los tornillos para asegurar sus beneficios.

    Unjubilado, ¡Bienvenido! gracias por la visita.
    No sabia que la plataforma Wordpress y Blogger no fueran compatibles, por lo menos veo que aparece en el comentario tu avatar.
    Un saludo

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  4. Hola Andrés. Alucinante, es la primera noticia que escucho sobre esto. El mundo esta loco, loco, loco. ¡NO QUEIRO ENVEJECER, SOCORRO!Un abrazo.

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  5. Soy Josep de Martí, llevo unaweb sobre residencias de tercera edad(Inforesidencias.com) y llevo un blog sobre este tema. Hace unos años escribí un post titulado comparaciones odiosas en el que analizaba lo que le cuesta a la admnistración mantener a alguien en una residencia geriátrica y hacerlo en la cárcel. Creo que puede ser un complemento interesante para alquien que lea este post y después busque una residencia geriátrica en Alcobendas o cualquier ciudad de España

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