20 oct 2008

Premios y regalos para los culpables.

El día 18 de este mes podíamos leer una noticia publicada por el diario inglés “The Guardian”; “los empleados de los principales bancos de Wall Street deben recibir 70.000 millones de dólares en nóminas, bonificaciones, repartos de beneficios o 'extras' durante este año”.

La cifra no sólo es desorbitada sino también significativa: se trata de una décima parte del dinero que destinará el plan de Estados Unidos para rescatar la economía.

Tomada y ejecutada la decisión de inyectar sumas ingentes de dinero en el sistema financiero, amparada en crónicas catastrofistas, con el pretexto de que; “es necesario para evitar un desastre mayor” y, en consecuencia un desplome de la economía a escala mundial.

Que la salvación del actual modelo capitalista pase por privatizar las ganancias y socializar las pérdidas es igual de perverso que hablar de “refundar el capitalismo” para salvar a los mismos que han alimentado la crisis hasta hacerla estallar en manos de todos.

A cada paso que dan para solucionar el desastre, es más difícil confiar en las decisiones tomadas. Nadie sale a explicar qué pasa con el descontrolado reparto de sueldos de vértigo y generosas participaciones. Aquí nunca pasa nada. Nadie tiene la culpa por lo cual nadie pide responsabilidades y… ¡que siga la fiesta de premios y regalos!

Cuando todavía comenzábamos a digerir los excesos de los directivos de las empresas que iban directas a la quiebra, fruto de su conducta descontrolada, mientras no podíamos más que resignarnos a los famosos 'paracaídas dorados', ahora no contentos con las millonarias cifras que acumularon en época de opulencia, están a la espera de recibir unas suculentas bonificaciones por el “magnífico” trabajo realizado.

Los que defienden el polémico modelo de gratificaciones, en tiempos de capitalismo descontrolado, no están dispuestos a perder ni un solo céntimo de las cantidades que el perverso sistema de les ha otorgado.

Mientras los trabajadores son despedidos los responsables se reparten el pastel con importantes cantidades de dinero.

Lentamente, tornaremos a la normalidad. Los banqueros y ejecutivos volverán a sus sueldos descontrolados y los empleados a sus salarios moderados.

Según The Guardian, los empleados de seis bancos estadounidenses —entre ellos Goldman Sachs y Citigroup— están a la espera de que se empiecen a repartir las ayudas que recoge el plan de rescate. La cantidad que corresponde a Citigroup son 25.000 millones de dólares, con lo que ayudará a pagar los sueldos de sus miles de empleados. Estos salarios le costaron a la empresa los primeros nueve meses del año 25.900 millones de dólares, un 4 por ciento más que el año pasado. El antiguo director del banco, Chuck Prince, abandonó su cargo hace un año y se fue con una indemnización de 38 millones de dólares.

Su caso no es el más sonado. Stan O'Neal era director de Merril Lynch's pero en octubre del año pasado abandonó el puesto tras anunciar pérdidas de 8.000 millones de dólares. O'Neal recibió un finiquito de 161 millones de dólares pero la empresa siguió con pérdidas y ahora recibirá 11.700 millones del plan de rescate de la economía. Morgan Stanley recibirá 10.730 millones de dólares para intentar atajar sus problemas; el banco dedicó en los últimos nueve meses 3.700 millones de dólares en bonificaciones para el personal.

Leer esta ilustrativa noticia de tan solo hace dos años;

El aguinaldo les da a los brokers de Wall Street para un Porsche 911.

(…)”Wall Street repartirá la friolera de 23.900 millones de dólares (17.500 millones de euros) entre sus principales ejecutivos en materia de bonus por los buenos resultados de sus operaciones. (…)








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