¿Cuántos coches se quedarían aparcados si los escolares pudieran usar un transporte público, económico y eficaz?
Todos sabemos los problemas de movilidad de las grandes ciudades, acentuados por los horarios de trabajo y entrada a los centros escolares que están prácticamente concentrados en la misma franja horaria.
A esto hay que añadir las molestias e inconvenientes para los viandantes que ven como su espacio natural es invadido por coches y motos sobre las aceras y pasos de peatones.
Calles de dos carriles convertidas en uno por la masiva ocupación de vehículos.
Todo esto con el beneplácito de las autoridades que además en ciertos lugares cuentan con un agente para ayudar a incumplir las normas.
No sería más conveniente fomentar el transporte público y dejarnos de problemas irreales. Es incomprensible que; viajar con niños en metro y bus resulta más caro en Barcelona que hacerlo en vehículo privado.
Si los escolares no pagan billete (o una tarifa reducida) el adulto que los acompaña sí que paga billete, multiplicado por X, se fomenta el uso del transporte y se ganan usuarios.
Además ayudamos a reducir molestias, contaminación y ruidos para los ciudadanos.
La tarifa reducida o gratuidad del transporte a los escolares supondría un beneficio para la economía de las familias y aportaría otros que no se tienen en cuenta por razones simplemente políticas
Noticia de Prensa, Barcelona.
Manuel Nadal, secretario para la Mobilitat anuncio que la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) estudia incorporar nuevas modalidades de tarifas para favorecer a los usuarios más jóvenes, el presidente del grupo municipal de CiU en Barcelona, Xavier Trias, insistió ayer en una de las propuestas en las que ya incidió durante la campaña municipal del 2007 y que ha sido considerada inviable por la Generalitat: ampliar la gratuidad del metro y del autobús hasta los 12 años, un beneficio que ahora solo llega a los niños menores de 4.
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