Las elevadísimas ganancias de las principales empresas promotoras, generadas durante el boom del sector inmobiliario en los últimos cinco años y, los beneficios acumulados (8.114 millones de euros) de la etapa de bonanza por las inmobiliarias españolas empiezan a esfumarse. Las principales promotoras en los últimos seis meses han perdido 2.711 millones.
Muchos pensaran que todavía les queda un importante colchón para capear el temporal. Nada más alejado de la realidad. Los empresarios españoles no se caracterizan por el ahorro y la reinversión, los beneficios son oportunamente devengados. Seria oportuno averiguar donde están todas las ganancias.
Queda por ver el futuro y como se presenta para las promotoras.
Al ritmo que llevan, las inmobiliarias se comerán en un año todos los beneficios.
La enorme deuda que han acumulado las está ahogando y pone en peligro, en algunos casos, su continuidad. Los propios promotores reconocen esta realidad, cuando lo peor aún esta por llegar.
La época compras de suelo en espera de ser recalificado y la construcción desaforada de pisos ha terminado para los magnates del ladrillo, ahora van buscando la ayuda del Gobierno, y la generosidad de la caja común para continuar con sus negocios.
Mientras nadie asumirá la responsabilidad de la concesión de hipotecas basura y sus graves consecuencias. La especulación ha endeudado a muchas familias.
Alguien me comento una vez; “Si tienen tantos problemas… ¿porque no venden las viviendas a precio de coste y recuperan lo invertido? Es mejor que tener montones de pisos sin vender.
Por lo visto nadie tenía interés por parar la previsible explosión de la burbuja inmobiliaria. Algunos se han lucrado de forma salvaje hasta el límite, y luego han dejado que estallara sin control.
Mientras los sueldos de los altos ejecutivos de las inmobiliarias siguen subiendo en tiempos de crisis.
Los consejeros de Realia se subieron el sueldo el 75%.
Los cuatro consejeros ejecutivos de Renta Corporación percibieron un 75,8% más, incluyen las cifras de indemnizaciones cobradas por tres ejecutivos salientes, entre ellos, la ex ministra Anna Birulés.
Los cuatro vocales ejecutivos de Renta Corporación, del total de once que componen el consejo, cobraron 3,72 millones, pese a que la compañía perdió 26 millones.
Once consejeros de Reyal Urbis, cobraron en conjunto 3,55 millones de euros, la compañía registró unas pérdidas de 332 millones.
Los mismos que dicen tener dificultades y piden ayudas se suben los sueldos de forma provocadora y vergonzosa.
El Gobierno anuncia ayudas para el sector. Cediendo al chantaje del ladrillo, despúes de años de enriquecimiento privado, hacemos la deuda pública. Se ayuda a los especuladores y se olvida a los damnificados.
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