Las cuentas del
Estado son básicamente iguales a las de cualquier ciudadano. Por un lado están
los ingresos, que son el dinero que quita a los ciudadanos a través de los
impuestos, y por otro los gastos. Si los ingresos son superiores a los gastos
el Estado tiene superávit y si los gastos superan a los ingresos el Estado
incurre en déficit.
Cuando se enfrenta
una situación de déficit fiscal, sólo hay dos opciones: O aumenta la
recaudación fiscal, lo que significa que alguien va a pagar más, o se reduce el
gasto público. Como el aumento de la recaudación es impopular, entonces
se recurre a la reducción de gasto público. Entonces al reducir el
déficit fiscal se suele acudir a dicha reducción, lo que suele describirse como
"austeridad".
Conseguir superávit y reducir el déficit público a base de aumentar los impuestos destruye riqueza y tiene fecha de caducidad, ya que cuanta más riqueza se destruya menos impuestos podrá recaudar el Estado en el futuro por mucho que los suba. Llega un momento en que la recaudación disminuye aunque que suba el tipo de gravamen de los impuestos, ya que la sociedad cada vez tiene menos capacidad de generar riqueza.
Y aquí va un
ejemplo. Tienes una vaca y decides aumentar su eficiencia. Decides
darle menos pasto y sacarle más leche. El resultado es una vaca
desnutrida al cabo de cierto tiempo. Pero si no ves a la vaca adelgazar,
ojos que no ven, corazón que no siente, de modo que pensarás que en efecto la
vaca era ineficiente antes, y cuando veas que tienes una vaca desnutrida será
muy tarde. La desnutrición de la vaca arroja una eficiencia financiera
muy buena, que no considera los costos futuros por concepto de veterinario y
alimentación para sanar a la vaca. La ceguera de los financieros hace
que vean a los números gordos de leche por kilo de pasto y no a las vacas
flacas reales.
La emisión de
deuda supone captar un dinero del sector privado y aumentar la deuda, más los intereses, que habrá que
pagarla en el futuro, con todas las
consecuencias negativas que eso supone. En España el
sector privado presenta problemas de solvencia y se encuentra en una profunda
recesión económica. Como consecuencia, los ingresos públicos se hunden, aumenta
el déficit público y se incrementa la deuda del Estado. La relación
causa-efecto es del sector privado al público, y no al revés.
Termina una semana
y empieza otra de más y nuevos recortes, subidas de impuestos y reformas “estructúrales”,
más medidas de ajuste que asfixian a los ciudadanos, reducen la confianza, el
consumo y nos hacen ver más cerca los nubarrones del negro horizonte.
estoy cabreado como una mona ¡¡¡
ResponderEliminarLos ministros de Economía de la eurozona se disponen a aprobar una prórroga de un año para España, hasta 2014 en lugar de 2013. A cambio, el Eurogrupo exige al Gobierno "adoptar sin demora medidas adicionales" de ajuste en 2012 para compensar.En este sentido, se espera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anuncie este miércoles en el Congreso algunas de estas medidas, entre las que podrían estar el aumento del IVA.
ResponderEliminarHay países con deuda pública mucho mayor, añadiendo déficit por el pago de intereses cada vez más desorbitado y tampoco se menciona la deuda privada de España. Eso sí, lo de privatizar beneficios y socializar deudas, se les da muy bien.Seguirán jodiendo a clases baja y media.