En poco tiempo, ver agentes por las calles será cosa del pasado, parece que nunca están donde los necesitamos, lo cierto es que cada día aumenta la sensación de que si no es rentable no se actúa.
Hoy e tenido la sensación de que todo es cuestión de prohibir y mirar a otro lado.
Suelo ir a un parque, situado al final de la calle Guitard, hoy intentaba disfrutar de una manzana mientras los perros sueltos se acercaban a intentar participar de mi comida, la dueña le dirigía un suave aparta, un poco mas allá otro hacia sus necesidades en la zona de juegos.
En la entrada del parque unos inútiles y diminutos carteles indicaban de la prohibición de perros sueltos y avisan del daño que ocasionan al entorno sus necesidades fisiológicas.
Algunos dueños muy cívicamente recogían los excrementos, pero ignoraban el pipican que tenían a 5 metros. Los animales recorren libres todo el parque mientras el espacio exclusivo para ellos permanece vacío. Pues esto es lo veo cada día en cambio nunca e visto a ningún guardia urbano ni a nadie que haga cumplir todas esas prohibiciones.
Pero lo preocupante es que esto ocurre a diario en la mayoría de parques y jardines, hay zonas alejadas del centro donde se incumplen diariamente muchas de las normas de civismo.
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